Cuentan que David Amparo, antes David Kada, tiene un problema que es común en los jóvenes artistas que comienzan a trillar el camino de la popularidad y de la fama.
Carenciado de experiencia se ha rodeado de amigos con menos capacidad que él para sortear los problemas y los peligros que acechan a todo aquel que a temprana edad saborea el éxito.Alguien debería hacerle entender que la el éxito no llega solo, y que suele estar acompañado de situaciones y retos para lo cual hay que prepararse con el fin de perdurar y de no fracasar
La soberbia y el engreimiento no son buenos amigos ni consejeros, bastaría fijarse en el detalle de que casi siempre andan juntos.
El público, y más el dominicano, es lo más veleidoso que te puedas imaginar.
La gente te sube, te mima, te quiere y te empalaga, pero del mismo modo te baja, te pisa y te arrastra.
Ejemplos hay de sobra Davicito...
Algunos que se creyeron la mamá Tarzán, terminaron bailando con la mona Chita.