SANTO DOMINGO. El experimentado actor dominicano Miguel Ángel Martínez está que echa humo. No hay nada peor para un artista que alguien se aproveche de su arte, que es el talento que Dios le dio, y luego no le paguen lo acordado por ello.
Su aplaudido papel de Pedro Santana, y de su hermano Ramón, en el filme "Duarte" -de lo más logrado de la película-, además de su labor como 'coach' de actuación, a pesar de haber sido retribuido con tarifas demasiado bajas, se quedó sin que le terminaran de pagar, por lo que se ha querellado ante la producción del filme, representada por Francisco Antonio Rosario, dueño de Kamajanes Films y la empresa Doble Vía.
"Por tratarse de Duarte, trabajé esa película con tarifas irrisorias. Un total de 125 mil pesos, cuyo primer cheque no tenía fondo, como le pasó a muchos en la producción. De todo eso aún me deben 25 mil pesos que, según el contrato, se pagarían en tiempo de exhibición de "Duarte, traición y gloria". Esperé inclusive que la sacaran de cartel para cobrarles, y aún así no me han pagado", narró el artista que comenzó en estas lides cuando la mayoría de los que tienen que ver con esta producción no estaban ni siquiera nacidos.
