Es difícil explorar el dolor y hacerlo público sin miedo y sin vergüenza. Tito Nieves, el ‘Pavarotti de la Salsa’, el hombre, el padre y el hijo, habló de aquel cáncer que por poco lo deja en una silla de ruedas. También tuvo aliento para recordar la muerte de su hijo y su caída estrepitosa en el mundo de la cocaína.
Maestro, ¿cómo está de salud ahora? Muy bien, gracias a mi Dios; ahí manteniéndome. Lo más importante es que ya no tengo diabetes. Cuando usted estaba pasado de peso, ¿sufría mucho? No era tanto lo que sufría, sino lo que consumía para controlar la diabetes.
Yo me estaba tomando un promedio de nueve pastillas al día. Eran cinco para controlar la enfermedad, dos para la presión y una para el colesterol. ¿Y el corazón? Aún estando gordo el corazón estaba bien. Yo dejé de abusar de mi cuerpo hace 19 años.
En 1991 fue la última vez que fumé un cigarrillo y me metí un pase de cocaína. ¿Por qué caí en la droga? Yo fui de los pioneros de la salsa que en aquella época le daban uso.