Fueron unos momentos de intenso dramatismo y sobretodo mucha tensión. Por varios segundos el receptor puertorriqueño Robert Pérez estuvo en una especie de conmoción.
Frente a sus ojos estaba su lanzador Carlos Carrasco tendido en el terreno. Estaba inmóvil luego de recibir el impacto de una línea bateada por el dominicano Melkys Cabrera, de los Medias Blancas de Chicago.
Pérez, receptor de los Indios de Cleveland, pensó lo peor mientras observaba a su compañero de batería boca abajo en el área del montículo del Progressive Park.
“!Uff… me dio hasta miedo! Es la primera vez que veía a un pitcher que le dieran un lineazo en la cara. Cuando cayó al piso no se movía. Uno piensa que está muerto”, dijo Pérez vía telefónica a El Nuevo Día.
El desafortunado accidente ocurrió en el partido del martes entre los Indios y los Medias Blancas. Carrasco, quien venía hace unos días de firmar un lucrativo contrato con Cleveland (cuatro temporadas y $22 millones), no pudo esquivar un batazo de línea conectado por Cabrera en la misma primera entrada. La bola le golpeó en la parte derecha del rostro, particularmente en el área de la mandíbula.
Carrasco cayó fulminado al suelo y se mantuvo inerte por varios minutos antes de que fuera sacado en camilla del terreno y llevado a un hospital donde le hicieron las pruebas correspondientes. Afortunadamente las radiografías no reflejaron ninguna fractura en la cara. Se espera que Carrasco esté de vuelta para su próxima salida el lunes.
“Yo fui uno de los primeros en llegar allí. Fue impresionante. Imagínate, uno se preocupa. Es un compañero de equipo. Me pudo haber pasado a mí. Carrasco es un tremendo tipo. Es un caballo. Gracias a Dios que salió bien. Solo tiene la cara un poco hinchada. Son cosas que pasan en el juego aunque uno no quiere que pasen”.
Carrasco dijo a The Associated Press que no recuerda mucho de lo sucedido y admitió que en un momento dado se desmayó.
“Recuerdo que James (Quinlan) -médico del equipo- se me acercó y comenzó a hablarme”, comentó el lanzador derecho “Eso es lo que recuerdo. Cuando recibí el golpe vi todo borroso y me desmayé”.
El incidente con Carrasco es el último capítulo de los episodios fortuitos de los Indios en estas primeras semanas de la temporada.
El receptor Yan Gomes fue inactivado el pasado domingo luego de lesionarse seriamente la rodilla derecha. El brasileño perderá al menos dos meses de competencia debido a una dislocación del ligamento colateral.
Esa es la razón por la que Pérez, quien el año pasado impresionó al dirigente Terry Francona con su actuación, está trabajando de forma regular con la novena.
“Eso uno no se lo desea a nadie. Me siento un poco ‘down’ por eso. Gomes es una gran persona y un tremendo catcher, uno de los mejores de las Grandes Ligas”, dijo el jugador representado por la firma MDR Sports.
Pérez, quien tuvouna sobresaliente actuación con los Indios en el campo primaveral, sabía que el equipo tenía planes para él. Desde el año pasado, Francona le había informado que tendría que venir listo para la primavera por si ocurría alguna lesión.
El mayagüezano se ganó la posición de suplente durante los campos primaverales y ante la lesión de Gomes, recibió la encomienda de trabajar como receptor titular.
“Mi rol era de ‘backup’ y me estaba preparando para eso. Estaba mentalizado en que iba a jugar. El dirigente me adelantó que si pasaba algo estuviera listo”, agregó Pérez, quien pertenece en el béisbol invernal a los Indios de Mayagüez.
“Desafortunadamente eso le pasó a Gomes. Uno no le desea mal a nadie. Pero uno está aquí para ganar. Ahora es cuestión de aprovechar las oportunidades al máximo. Ellos pudieron buscar un receptor en el mercado, pero confiaron en mí”
En cinco partidos, Pérez batea .182 con un jonrón y tres remolcadas.